
La torreta estaba en bastante mal estado, en cuanto nos pusimos a trabajar se vino abajo y por un momento todas mis ilusiones con ella, casi se me saltan las lágrimas, quizás pueda parecer una tontería pero había sido mucho esfuerzo y muchas horas de radio con esas antenas. Menos mal que estaba Eduardo para animarme y enseguida empezamos a planificar la nueva instalación. Además menos mal que nos dimos cuenta antes de tener todas las antenas arriba...
No hay comentarios:
Publicar un comentario