


Siguiendo el dicho de que no hay mal que por bien no venga, al final nos decidimos a comprar una torreta nueva, (tres tramos más puntera) y ya puestos el manitas de Eduardo preparó el alojamiento para el rotor Yaesu G-1000 que tenía yo guardado desde hace varios meses en mi casa. No os perdáis la obra de ingeniería del tramo de la puntera.
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